No lo olvides: como todos, estás dentro de una caja. Tu caja. No la percibes, claro, todavía es desmesurada. Pero se reduce cada día, y cada hora, y cada minuto, y cada segundo. Se acerca muy despacio, o quizá súbitamente. Puedes intuirla, pero no la verás jamás. La verán los demás, cuando se ajuste -estando tu ausente- a la forma exacta de tu cuerpo.
1 comentari:
1ª Versión
ATAÚD
Nacer significa penetrar en la caja. No la detectamos, porque aún es desmesurada y tiene que reducirse, aproximarse, quizá poco a poco, quizá súbitamente. Y porque es transparente. Podemos intuirla, pero no la veremos nunca: solo se hace visible para los demás cuando se ha ajustado a la forma exacta de nuestro cuerpo, ya falto de aliento, inmóvil cadáver.
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