Traducció al castellà del contes d'Espiral, de Manuel Baixauli

Inseparables

Antes del accidente, los cinco que íbamos en el coche éramos inseparables. Nos dirigíamos a la playa, conducía yo, estaba sobrio, completamente despierto y la velocidad no era excesiva. Tuvimos reventón, el coche se desvío hacia la acequia y nos precipitamos dentro. Un grito plural inició el infierno. Todos estábamos conscientes, cada uno propuso una solución sin escuchar a los demás, el agua subía, uno de ellos, aterrido, intento salir antes del momento oportuno.  No pudo, y esto perturbó a los que habíamos sido pacientes. Todos intentamos salir a la vez, y fue entonces cuando empezó la lucha. Si hubiéramos salido ordenadamente, de uno en uno, habríamos tenido tiempo de sobras. Pero actuamos llenos de ira para salvarnos, cada uno de nosotros, el primero. Nunca he tomado  parte en pugna tan desesperada. Inútil sacar a relucir detalles. El caso es que emergimos,  más o  menos asfixiados, pero vivos.
En la ambulancia que nos llevó al hospital, rehuimos mirarnos.

Poco a poco, con tacto y diplomacia, hemos conseguido no saludarnos si nos encontramos por la calle.